VIAJANDO CON CHESTER

Tú tenías que hacer
lo que había que hacer.
Pero el mundo nunca era un pañuelo

Te vigilé, las horas de viaje más largo
Como si fueras a llevarte la luna debajo del brazo

Quique González
La luna debajo del brazo

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¡Hola!
¿Qué tal vuestra semana? Me encantaría contaros que he hecho muchas cosas interesantes y enseñaros algún lugar diferente, pero estas últimas semanas me paso casi todo el día en la tele, con el doble turno de agosto. Y cuando no estoy en la tele estoy en casa con Martín. Aún así, no me aburro. Tengo la gran suerte de que me encanta mi trabajo y de que cada día es diferente y único.
Eso sí, los fines de semana siempre intento hacer algún plan.
El sábado pasado me escapé a ver una exposición muy recomendable para los que estéis en Madrid. Mitos del Pop en el Museo Thyssen-Bornemisza. La muestra reúne obras de los autores más característicos de ese movimiento artístico: Warhol, Jasper Johns, Lichtenstein…
Os dejo fotos de lo que más me gustó.















Lo que os decía, que no he hecho gran cosa… Bueno, una de estas tardes, después del informativo de mediodía, estaba en la sala donde nos cambiamos de ropa, tumbada en el maravilloso sofá CHESTER que Risto Mejide nos ha dejado unos días. Tenía un poco de sueño así que cerré los ojos…
Aparecí en el Ford Sierra de mi padre con el que en el verano de 2003 cada mañana a las 8 iba a Tarancón para hacer prácticas en la Cadena Ser. Ahí estaba, haciendo encuestas por la calle, dando las noticias del día, improvisando un magazine en la piscina municipal. Aprendiendo a respirar bien, a locutar una noticia, a no quedarme sin aire.
Sintiendo un cosquilleo en el estómago al escucharme por primera vez por la radio, aunque fuera grabado. Pensando que la próxima vez lo leería del tirón. Aprendiendo…
Los cerré más fuerte y me fui hasta la Universidad de Ciencias de la Información de Madrid, a esos pasillos grises con las paredes de colores, me senté en una de las aulas inmensas y pude sentir los nervios de los primeros días cuando aún no conoces a nadie y sabes que la mejor etapa de tu vida acaba de comenzar. Me senté en el césped donde los miércoles nos daban las tantas y bajé a la cafetería para ver si aún seguía todo igual. Acabé en el plató donde hacíamos prácticas en grupo sólo con un micrófono, una cámara y toda la ilusión del mundo. Y nos daba la risa porque había que repetir veinte veces cada entradilla.
Después subí a la biblioteca donde tantas horas podíamos pasarnos estudiando y cotilleando libros maravillosos. Aprendiendo…
Antes de salir pasé al lado del tablón de anuncios donde a veces se ofertaban becas.
De repente me encontré en el autobús 27 que me llevaba desde Atocha hasta el edificio Recoletos en el Paseo de la Castellana. Yo no lo sabía pero en ese edificio empezaría de verdad mi pasión por el deporte. Entonces me vi grabando cada viernes la previa de la segunda división, la previsión del tráfico, las crónicas de los compañeros de las diferentes provincias cada mañana. Es curioso, a casi ninguno les ponía cara pero todos eran como de mi familia. Después llegaron los boletines a cada hora en punto. El piloto rojo se encendía. El directo puro y duro. Tragar saliva y ¡al aire! Esto sólo era el principio. De repente aparecí haciendo junto a dos compañeros un programa despertador, Balón Desastre y otro de música; Los Supermarca. Aprendiendo…
Justo cuando me iba me crucé por el pasillo con Raúl González y con Zidane. Creía que estaba soñando.
No me dio tiempo a saberlo porque ya había llegado a Ciudad de la Imagen. Al edificio de La Sexta.
Estaba en un plató haciendo una prueba y no sabía ni a que cámara mirar. El corazón me iba a mil por hora. Fue bastante desastrosa. Pero llegó el Eurobasket de 2007. Perdimos la final contra Rusia. Y la Eurocopa de 2008. No viajamos a Austria pero ¡cómo vivimos en la redacción los penaltis contra Italia! Y la final en Colón. El turno del fin de semana no era tan malo, al contrario. El fin de semana se jugaba lo mejor. Las piezas del informativo siempre con banda sonora. A duras penas podíamos locutarlas porque siempre había alguien haciendo el tonto para que nos diera la risa. Minuto y resultado, Sexto nivel, los entrenamientos del Getafe, las ruedas de prensa, las guardias en los estadios… Unos compañeros que ahora son amigos, todos tan jóvenes con esas ganas de comernos el mundo y si no, al menos ponérnoslo por montera.
Ahora estoy en el plató presentando el primer informativo. Nunca se me olvidará esa blusa rosa ni la sensación de que me iba a desmayar de un momento a otro. Aprendiendo…
No me desmayé y de repente estaba ahí mismo, en el pasillo al lado del sofá en el que me encontraba pero unos años atrás. Casi seis. Hablando con mi madre por teléfono: “que sí, que voy a presentar con Pedro a las tres. Sí, en Telecinco” El sentido de la responsabilidad, los nervios y las ganas me invadían. Nueva redacción, nuevos compañeros que lo pusieron muy fácil. Dos Copas Confederaciones, dos Mundiales y una Eurocopa. Aparecí sentada en el programa de Ana Rosa y con los Manolos, en Cuatro. Entonces aún no se había producido la fusión. Pisé el nuevo plató por primera vez, pensé que era enorme. Aprendiendo…
Entonces escuché unos golpes….
- ¿Se puede? Escucho la voz de Carmen, una de las sastras, ¨Vengo a por los cambios de hoy”
- Uy, creo que me he dormido. No sé cuanto tiempo… Ya salgo.
Salí al pasillo. No sabía bien lo que había pasado pero desde luego no tenía sensación de haber descansado. Todo lo contrario. Tenía la sensación de haber hecho un viaje maravilloso en el tiempo. ¿Serán los poderes de Chester?

Ahora que lo pienso, creo que debería cambiar el arranque de este post. Sería algo así:
¡Hola!
¿Qué tal vuestra semana? La mía muy intensa. Me han pasado muchas cosas apasionantes y he estado en un montón de sitios. ¡Os cuento mi viaje!




¡Un beso enorme!

PD: Quería hablaros de otra cosa. Estos días hemos visto a muchos personajes conocidos sumándose a la campaña de concienciación sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica. Seguro que sabéis de lo que os hablo. La iniciativa del cubo de agua, el #ALSIceBucketChallenge que empezó en Estados Unidos y se ha convertido en un viral muy potente.
Hace dos días un compañero me dijo que a su hermano acababan de diagnosticarle esta enfermedad a los 33 años. Estaba hecho polvo. Me pidió que os dijera que la iniciativa está muy bien, el problema es que, por ejemplo, en España aún no se ha recaudado nada de dinero. Nada. Es importante la concienciación pero lo son aún más los donativos.
Así que os dejo dos direcciones de asociaciones españolas en las que se puede hacer la donación por si estáis interesados.


www.fundela.es
www.projectmine.com
Y en ESTE ENLACE encontraréis aún más información.

“Con mucha frecuencia subestimamos el poder de una caricia, una sonrisa, una palabra amable, un oído atento, un cumplido honesto o el más pequeño acto de cariño, todos los cuales tienen el poder de cambiar una vida” Leo F. Buscaglia