martes, 26 de agosto de 2014

Sara Carbonero e Iker Casillas piden a los medios que pixelen a su hijo

Sara Carbonero e Iker Casillas piden a los medios que no muestren el rostro de Martín Casillas
No quieren que su hijo sea mediático. Así que Sara Carbonero e Iker Casillas han optado por defender la privacidad de su hijo, Martín Casillas, de siete meses y medio y así se lo han hecho saber a quienes publican informaciones sobre ellos. La pareja ha hecho llegar su deseo a los medios de comunicación con el fin de evitar problemas a largo plazo que tengan que ver con la imagen de su hijo.

El portero del Real Madrid y la periodista han pedido a los medios que no muestren la cara del pequeño en caso de que este aparezca en alguna imagen, porque entienden que, tal y como señala la Institución del defensor del Menor, el hecho de que ellos sean famosos, no implica que el pequeño tenga que sufrir las consecuencias de esa fama. Y eso que ellos, en alguna ocasión, han mostrado el rostro del niño que, entonces era aún tan bebé que no se apreciaban los rasgos que tendrá cuando sea mayor. 
Para hacer saber este cambio de parecer, Casillas y Carbonero podrían haber elegido la opción de enviar un comunicado a través de sus abogados, o haber iniciado una guerra contra todos aquellos que publiquen una imagen del pequeño Martín, como han hecho muchos otros padres famosos dentro y fuera de nuestras fronteras, pero en lugar de eso, han preferido hacer esta comunicación de forma amable, con cercanía y elegancia. 
Agradeciendo el tratamiento profesional y el respeto con el que les han tratado la mayoría de los medios de comunicación, la pareja ha remitido un escrito firmado de su puño y letra para solicitar que la cara de Martín Casillas no vuelva a aparecer en los medios con el fin de preservar su intimidad. Y así será, no solo porque ellos lo deseen, sino porque la ley les ampara.

Según la institución del Defensor del menor, “el interés informativo nunca debe de estar vinculado a razones subjetivas, es decir, cuando se trata de bordar la intimidad de los menores no se puede vincular a la popularidad de los padres o a los gustos del público”.

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