miércoles, 31 de diciembre de 2014
martes, 30 de diciembre de 2014
viernes, 26 de diciembre de 2014
LAS PRIMERAS NAVIDADES DE MARTÍN CASILLAS CARBONERO
Iker Casillas y Sara Carbonero han celebrado una Nochebuena muy especial y diferente, la primera como padres. Y al igual que compartieron, a través de las redes sociales, la primera vez que su hijo Martín
pisaba la playa, ahora estos orgullosos padres han querido hacer
partícipes a sus seguidores de la primera Navidad de su pequeño.
El futbolista del Real Madrid y la presentadora no dudaron en vestir a Martín de Papá Noel, y la verdad es que Martín no puede ser más mono.
Fue Iker, quien con un montaje de Martín y bajo el título: "Feliz, una Navidad muy FELIZ!!", felicitaba a todos sus seguidores las fiestas a través de las redes y así de paso nos dejaba con la baba por el suelo con este mini Papá Noel tan, tan 'cuqui'.
Iker Casillas y Sara Carbonero disfrazan a su hijo Martín de Papá Noel
Cada vez que Iker Casillas o Sara Carbonero publican una foto de su hijo Martín, las redes sociales se quedan con sabor a azúcar, y es que el hijo de la presentadora y del futbolista del Real Madrid es una auténtica ricura. Con una foto de Martín disfrazado de Papá Noel, Iker quiso felicitar las fiestas a todos sus seguidores y de paso… ¡Presumir de pequeño!
El futbolista del Real Madrid y la presentadora no dudaron en vestir a Martín de Papá Noel, y la verdad es que Martín no puede ser más mono.
Fue Iker, quien con un montaje de Martín y bajo el título: "Feliz, una Navidad muy FELIZ!!", felicitaba a todos sus seguidores las fiestas a través de las redes y así de paso nos dejaba con la baba por el suelo con este mini Papá Noel tan, tan 'cuqui'.
jueves, 25 de diciembre de 2014
miércoles, 24 de diciembre de 2014
martes, 23 de diciembre de 2014
lunes, 22 de diciembre de 2014
# rumor - se que Iker Casillas, sara carbonero y el pequeño martín hayan viajado para Londres, hoy. ❄✈
❤
❤
Sara Carbonero: a fuego lento
Pasta con trufa, el recetario de su madre o un restaurante para dos. Conoce sus mejores tips para triunfar en la cocina.No podría vivir sin el chocolate.
Me horroriza la casquería.
Una rutina a la hora de cocinar es ir recogiéndolo todo y limpiando lo que voy manchando.
Cuando llega la Navidad me encanta volver a tomar las comidas típicas de estas fechas: el pavo, los turrones, la lombarda con castañas...
De niña odiaba las coles de Bruselas.
Si fuera un alimento sería alguna fruta o verdura, porque son sinónimo de salud. Una fresa, por ejemplo.
Triunfo siempre que cocino cualquier dulce en general.
La última comida especial que preparé para mis amigas fue una crema de calabaza, salmón al horno con verduras y una macedonia de frutas de postre.
Mis ingredientes fetiche son las semillas, el sésamo y la soja.
Un restaurante para ir en pareja es la Esquina del Real, en la calle Amnistía en Madrid (www.laesquinadelreal.es).
Y para celebraciones con amigos el Landó (www.casalucio.es).
Una tienda de alimentación a la que voy mucho es El Herbolario Navarro (www.herbolarionavarro.es), me vuelve loca todo lo que tienen.
Como la cocina casera no hay nada, yo soy más de cocinar que de comida preparada. Eso sí, de vez en cuando también pido al chino, ¡me encanta!
No tengo Instagram ni Twitter, así que de momento no comparto lo que como... Pero no creo que lo hiciese aunque tuviera.
Me declaro adicta al chocolate y el aguacate.
No soportaría una semana sin... fruta o verdura, mi cuerpo me lo pide a diario. ¡Y un buen plato de cuchara!
Mi último descubrimiento es la quinoa.
Soy de buen estómago más que de buena mano a la hora de
cocinar, aunque me gusta disfrutar de la comida. Pese a que aún estoy
aprendiendo, la verdad es que me relaja cocinar cuando tengo tiempo.
Mi plato favorito es la pasta con trufa.
Para cocinar escucho música de todo tipo, varía según el día que tenga.
Hago la compra en diferentes sitios: la fruta, la verdura, la carne y el pescado en un mercado cerca de casa y el resto de cosas en diferentes supermercados.
Si tengo que quedarme con un destino ‘gourmet’ diría
que Italia en general y Roma en particular. Nunca he probado una pasta
tan rica como la que hacen allí. En Brasil también he comido muy bien
las veces que he ido. La picanha está increíblemente buena.
Soy carnívora y herbívora a partes iguales.
Mi última cena sería con mi familia, una cena
tranquila, disfrutando, hablando un poco de todo y recordando viejos
tiempos. Pondría música clásica de fondo, serviría mucha comida rica y,
por supuesto, ¡un postre enorme de chocolate!
Tres productos que no faltan en mi nevera son la fruta, la verdura y los lácteos.
Mi día ‘gastro’ ideal arrancaría con un desayuno con
café, zumo y tostadas, para comer tomaría unas judías verdinas,
merendaría una pieza de fruta, un kiwi o una manzana, y para cenar
elegiría algo ligero, como una crema de verduras con una pizca de
picante y un filete de pescado a la plancha.
Mi recetario de cabecera es el cuaderno de recetas de mi madre. Ella es una gran cocinera y me encanta hacer las recetas que tiene apuntadas.
Antes de ir a dormir siempre me bebo una infusión caliente, porque me relaja.
Si pudiera elegir cinco personas a las que invitar a cenar serían Michael Jackson, Gabriel García Márquez, Madonna, Rafa Nadal y Mercedes Milá.
Si pudiera elegir cinco personas a las que invitar a cenar serían Michael Jackson, Gabriel García Márquez, Madonna, Rafa Nadal y Mercedes Milá.
domingo, 21 de diciembre de 2014
SOMOS RECUERDOS
Desde el balcón la ví perderse
en el trajín de la Gran Vía.
Y la vida siguió
como siguen las cosas
que no tienen mucho sentido.
Una vez me contó
un amigo común que la vio
donde habita el olvido.
Donde habita el olvido
Joaquín Sabina
Joaquín Sabina
¿Qué es la vida sino un montón de recuerdos? Desde
que somos niños vamos acumulando en nuestra cabeza recuerdos de
momentos, vivencias, conversaciones, situaciones… En la primera etapa de
nuestra vida esos recuerdos son sobre todo del colegio, amigos,
cumpleaños, el primer beso… Después llega la adolescencia y los
recuerdos giran en torno a los viajes con esos amigos, el instituto,
conciertos, nuestro primer amor… Según nos vamos haciendo mayores, los
recuerdos conviven con las responsabilidades de trabajo, familia,
preocupaciones… Pero siempre están ahí y podemos tirar de ellos en los
malos momentos. ¿Quién no ha cerrado los ojos alguna vez para viajar a
aquel verano inolvidable de hogueras en la playa, baños nocturnos y
noches mirando el cielo lleno de estrellas o a aquellas navidades en
casa de los abuelos, cuando todavía estábamos todos?
Después de la adolescencia afrontamos la
etapa de la madurez donde los mejores recuerdos que acumulamos son los
que traen a nuestra mente el nacimiento de nuestros hijos, su primera
carcajada, sus primeros pasos… Y al final nos llega la vejez, una época
en la que los recuerdos cobran un papel importantísimo porque resumen
toda nuestra vida, porque se ven con la perspectiva de una vida ya
vivida y de la sabiduría que dan los años. Seguro que todos en alguna
ocasión nos hemos sentado con nuestros abuelos a escuchar historias de
cuando ellos eran pequeños, de cuando tuvieron a nuestros padres.
Relatos en los que se les iluminan los ojos hablando de las cosas que
usaban para jugar, de las chicas con las que salían o de cómo desde muy
pequeños acompañaban a sus padres al campo.
¿Y si de repente nos fueran quitando poco a poco los recuerdos de toda una vida? Imaginaos
que un día os levantáis de la cama y ya no os acordáis de una cosa tan
sencilla como ataros los zapatos o de dónde está vuestro cuarto.
Imaginaos que pasan los días y cada uno de ellos os acordáis de un
poquito menos. Sin entender el porqué, pero siendo plenamente
conscientes de que algo ocurre, todo se empieza a borrar de vuestra
mente con una crueldad tremenda, sin pedir permiso para llevarse de
golpe todos los recuerdos de una vida. Imaginaos que al cabo de no mucho
tiempo os encontráis con que os cuidan, os hablan, os dan de comer y os
pasean unos extraños que a ratos son vuestra familia pero otras veces
alguien a quien no habéis visto jamás. Por último imaginaos que llega un
día en el que no os conocéis ni a vosotros mismos. Vuestro nombre,
vuestra familia, vuestra infancia, juventud y madurez se han ido
esfumando. Aquello que era el centro de vuestras vidas, los recuerdos
han desaparecido dejando una mente vacía de imágenes, olores y sonidos,
unos ojos perdidos que buscan el horizonte.
¿Os imagináis que os pasara algo así? Terrible ¿verdad? Pues esto es el Alzheimer, una devastadora enfermedad que puede atacar a cualquiera de nosotros para arrebatarnos nuestro tesoro más preciado.
Cada año se detectan en el mundo 4,6
millones de nuevos casos, o lo que es lo mismo, cada siete segundos una
persona es diagnosticada de dicha enfermedad. En España hay alrededor de
1,2 millones de enfermos de Alzheimer, pero no sólo ellos padecen los
efectos de la enfermedad, también los familiares que conviven con ellos.
En total entre enfermos, familiares y entorno directo, en nuestro país
hay alrededor de 6 millones de personas afectadas por esta enfermedad. Es la epidemia del siglo XXI.
Os voy a contar una historia, real como la vida misma. Esta semana he conocido a su protagonista, Toni, una mujer de 69 años luchadora, fuerte y bellísima que hace tan sólo tres meses ha perdido a su marido, enfermo de Alzheimer.
Toni pertenecía a una familia acomodada.
Con tan sólo 19 años se casó enamoradísima con Javier, que tenía 29. Él
era un hombre trabajador, comprometido y conservador. Tras muchos años
de duro trabajo consiguió dar a su familia una buena vida, cómoda, sin
dificultades económicas, por lo que Toni no trabajaba fuera de casa sino
que dedicaba su vida a cuidar de su único hijo. Les gustaba mucho
viajar, disfrutar de la vida y hacer regalos a los suyos. Eran muy
felices, él con sus negocios que había ido construyendo desde la
juventud y ella ocupándose de su hijo, su nuera y sus tres nietas. Toni
nunca se metía en los asuntos del trabajo de su marido, tenía plena
confianza en él pero hace aproximadamente ocho años empezó a observar
comportamientos extraños en él; se escondía para hablar por teléfono, a
veces no llegaba a la hora habitual y había momentos en los que le
notaba ausente. Ella pensó que se debería a algún problema de trabajo,
no se preocupó demasiado.
El tiempo fue pasando y esos momentos de ausencia
cada vez eran más frecuentes. Toni notaba que Javier decía cosas sin
sentido, no seguía las conversaciones con normalidad y empezó a
preocuparse. Esto fue hace 8 años, la primera vez que fueron al médico
para ver qué podía pasarle a Javier, pero entonces no le diagnosticaron
la enfermedad. El Alzheimer es muy difícil de identificar cuando está
empezando.
Dos años después la situación era
insostenible. Toni estaba nerviosa, sabía que algo no iba bien, recibía
en casa cartas y notificaciones relacionadas con la empresa de su
marido, que cada día estaba más distante y al que le costaba decir cosas
coherentes. Habló con su hijo y le dijo que estaba pasando algo gordo y
que quizá ya era tarde. Así que volvieron a ir al médico y tras varias
pruebas y tests confirmaron la terrible noticia. Javier tenía Alzheimer,
la enfermedad fue apareciendo sutilmente y eso le causó graves problemas en el trabajo,
hasta llegar a perder por completo todo lo que tenían, lo que habían
construido a lo largo de toda su vida. Todos sus esfuerzos y sus
desvelos no pudieron combatir los efectos de la enfermedad. Toni y
Javier se quedaron sin casa, sin nada, en la calle. Los ahorros de toda
una vida desaparecieron y no había vuelta atrás. Pero lo peor no fue
eso, sino que a la vez, la enfermedad avanzaba a pasos agigantados.
Javier estaba perdido y su memoria desapareció casi por completo. Hace
dos años tuvo que ingresar en un centro especializado y la vida de su
mujer dio un giro de 180 grados. Toni se puso a trabajar por las mañanas para poder visitar a Javier todas las tardes en la residencia, esa era su razón de vivir.
El 7 de octubre Javier se fue para siempre y a Toni lo único que le ha quedado es un gran vacío…
Mientras tomamos un té y me cuenta esta historia, se le humedecen los ojos.
Él ya sabía que le pasaba algo grave, cuando fuimos al médico me repetía : “Toni, mi cabeza no existe, mi cabeza no existe…”.
Estaba asustadísimo pero nunca le dijimos lo que tenía. Yo le quitaba
los prospectos de las medicinas para que no se diera cuenta de lo que
ocurría, aunque lógicamente lo sabía, era un hombre muy inteligente.
Algunas veces cuando íbamos a la residencia grabábamos en video las conversaciones que teníamos con él...
En una de ellas, este mismo verano, mi marido que era una persona
educadísima preguntó a mi hijo si estaba casado, si tenía hijos…Él le
respondió que sí y Javier volvió a preguntarle: ” y usted ¿es el hijo
mayor?” a lo que mi hijo respondió: ” no, yo soy el padre”. Mi marido
insistía convencido de lo que decía hasta el punto de que oyes la
conversación y parece que el que está mal es mi hijo en lugar de él. Las
preguntas eran correctísimas, era como si acabara de conocerle. Yo lo
que he hecho desde el principio es lo máximo para que él estuviera bien.
He hecho una cosa que es tomarme a broma todas las cosas que decía.
Todos los disparates y frases incoherentes, yo me reía
y así nuestro hijo se reía también y no lo vivía tan de cerca. Yo luego
pensaba por dentro mis cosas. No daba crédito a lo que decía pero se lo
contaba a mi hijo riéndome para que no tuviera un recuerdo tan triste
de su padre y sobre todo para que no pensara que yo estaba sufriendo,
porque era para escribir un libro. Recuerdo que una noche, después de
pasar 12 horas en urgencias en el hospital Puerta de Hierro, cuando
volvíamos a casa en el coche me dijo: “te tengo que decir una cosa, no voy a volver a salir contigo porque estos sitios a los que tú vas, a mi no me gustan nada “.
Tres días antes de morir estuvimos paseando por el jardín de la residencia y ya le vi fatal. Me queda el consuelo de que me reconoció casi hasta el final,
o eso creo yo porque siempre que me veía sonreía. Sabía que le gustaba
estar conmigo. Me acuerdo de un día que entré con una amiga a verle y él
le señaló el camino de la puerta, para que saliera y nos dejara solos.
Pero eran flashes, otras veces no sabía quien era yo. No sabía mi
nombre, pero se refería a mí como su mujer, se lo decía a todo el que
estaba en la residencia: “es mi mujer, es mi mujer”.
La gente me dice que ahora que él ha
muerto tengo que vivir yo, que tengo que estar tranquila y preocuparme
de mí y les digo que no. Porque yo, hasta que él vivía, tenía un motivo
para levantarme por las mañanas, que era coger el autobús para ir a
cuidarle. Yo sabía que era necesaria, pero ahora ya no…
Nos despedimos con un abrazo fuerte. Me
encantó conocerla y comprobar que, a pesar de todas las adversidades y
duros golpes que ha sufrido en los últimos años, Toni es una mujer fuerte, optimista y generosa,
que fue capaz de “reírse” del peor varapalo que le ha dado la vida para
evitar un mayor sufrimiento a su hijo y al amor de su vida. No me
extraña nada que Javier presumiera orgulloso hasta el último de sus días
de que era SU MUJER.
Seguro que la historia que os acabo de contar os ha recordado algo a la de la película “El Diario de Noa”,
para mi una de las mejores películas de amor de la historia. Ojalá
estas cosas sólo las viéramos en la ficción pero no. Por desgracia hay
muchos casos como el de Toni y Javier, historias que está bien que
conozcamos por si algún día nos toca vivir algo parecido. El Alzheimer
es una de las enfermedades más fulminantes que existen y detectarla no es tarea fácil.
Hace falta todavía mucha mucha información y sobre todo investigación, que es importantísima. Por eso quiero hablaros también de Edición Recuerda. Una iniciativa de la Fundación Reina Sofía cuyo objetivo es recaudar fondos para apoyar la investigación en Alzheimer. Bajo el lema “Nos encanta recordar. Luchemos juntos para que todos podamos hacerlo”,
numerosas empresas han colaborado con este proyecto reeditando
productos y servicios que nos acompañaron hace años para que podamos
volver a disfrutarlos (desde un teléfono de diseño vintage, una lata de
Cola Cao de los años sesenta, una bicicleta BH…) Tenéis toda la
información y los productos para comprar en la web.
Todo el dinero obtenido se destinará íntegramente a proyectos de
investigación así que ya sabéis…elegid el producto que más os guste y
compradlo. Es por una buenísima causa. Yo me he decantado por la bici BH y las Victoria. Qué de recuerdos me traen…..
Esta semana, buscando información sobre el Alzheimer, encontré el siguiente relato:
Él tiene ochenta años e insiste en
desayunar todos los días con su mujer, y cuando le pregunté, ¿Por qué su
mujer está en una residencia de mayores?, él respondió; porque tiene Alzheimer.
Entonces le pregunté; ¿Se preocupará su mujer si tardas en venir a
desayunar con ella? Y respondió; Ella ya no se acuerda… claro, ya no
sabe quién soy yo, desde hace cinco años ya no me reconoce.”
Yo sorprendido, le dije: “¡Vaya! y aún así sigues desayunando con ella cada mañana a pesar de que ella no te reconoce.”
El hombre sonrió, me miró a los ojos y me dijo: “Ella no sabe quién soy yo, pero yo sí sé quién es ella.”
El hombre sonrió, me miró a los ojos y me dijo: “Ella no sabe quién soy yo, pero yo sí sé quién es ella.”
Gracias Toni por compartir tu historia y tus recuerdos.
¡Un beso enorme!
miércoles, 17 de diciembre de 2014
Sara Carbonero e Isabel Jiménez, a los pies del maestro Sabina
El artista se quitó la 'espinita' en su segundo concierto en Madrid tras el ataque de pánico escénico que sufrió hace solo unos días
"Y
nos dieron las diez y las once, las doce y la una y las dos y las
tres..." Y así podrían haber estado horas y horas escuchando uno tras
otro los grandes éxitos de Joaquín Sabina.
Anoche el artista se quitó la 'espinita' que se le quedó clavada el
otro día, cuando tuvo que bajarse del escenario antes de tiempo
debido al ataque de pánico escénico que sufrió por su "exceso de ganas de estar bien" ante su gente.
"En noches como hoy comprenderán que decir gracias es muy poco decir",
dijo el cantautor jienense. “Estoy bien y no me voy a retirar”, aseguró
dando por zanjados los rumores de todo tipo que han surgido estos
últimos días. "Desoyendo negros presagios, lo que quisiéramos para
ustedes es el mejor concierto de nuestra vida", prometió, y si no lo
logró, no fue por falta de aplausos y de ganas de las más de 10.000
personas que cubrieron todo el aforo, vendido hace meses en un par de
horas, y entre las que se encontraban Sara Carbonero e Isabel Jiménez,
que disfrutaron de lo lindo del espectáculo que ofreció el maestro
junto a Mayra Del Pilar, estilista de informativos Cuatro y Telecinco.
Volvió a ser el de siempre, mostrando su lado más canalla pero también el más sentido. Con los ojos vidriosos y emocionado, Sabina quiso agradecer todo el cariño y las palabras de apoyo que le han mandado: "Estos días he recibido tanta solidaridad y complicidades que me han conmovido hasta los huesos y las lágrimas; además, he cumplido esa fantasía que todos tenemos de saber qué haría la gente en el entierro de uno", dijo bromeando.
"Qué gusto sentirte, llorar contigo riendo... Y quererte para siempre. No caben en el diccionario las palabras que hablan del sentimiento que provocan tu todo infinito. Gracias maestro", escribió el cantante Manuel Carrasco en su perfil personal de las redes sociales. Tampoco quiso perderse esta inolvidable velada la pareja formada por Leonor Watling y Jorge Drexler: "Y después de ver el concierto de anoche y de esta foto, me puedo retirar. ¡Maestro Sabina!", compartió la artista en Twitter. "Con mi maestro. Qué concierto se mandó en Madrid...!!!! #LlorarySacarApuntes", escribió él.
"Siempre grande , Siempre #Sabina!! #poeta #enorme", fueron las cariñosas palabras que le dedicó la modelo y presentadora Nieves Álvarez. "Nada, que tuve que pasarme un rato antes a decirle un poco cómo tenía que hacerlo y tal...", bromeó el actor Julián López. La presentadora de Telecinco Carme Chaparro, fue otra de las que cantó todas sus canciones: "¡¡¡No tengo palabras!!!". Manel Fuentes, Ana Belén y Víctor Manuel, Jordi Évole o Amaia Montero, también vivieron la emoción de esta velada única.
domingo, 14 de diciembre de 2014
Iker Casillas y Sara Carbonero, a punto de finalizar el año más feliz de sus vidas
La pareja nunca podrá olvidar este 2014, año en el que vino al mundo su precioso hijo Martín
Si hay un año que Iker Casillas y Sara Carbonero
recordarán como uno de los mejores de sus vidas será, sin duda, este
2014 que ya está llegando a su fin. La pareja ha tenido motivos de sobra
por los que brindar, pero hay uno que les ha hecho sentirse las
personas más afortunadas de este mundo: el nacimiento de su hijo Martín.
Fue a principios de año, el 3 de enero, cuando el portero del Real Madrid y la periodista deportiva se convertían en padres de un precioso niño, con el que dentro de unos días celebrarán sus navidades más especiales. “Me hace muchísima ilusión volver a ilusionarme con la Navidad, como cuando era un niña, a través de mi hijo”, declaró Sara a la revista ¡HOLA!. “Me divierte todo de mi hijo. La picardía que tiene siendo tan pequeño, lo que interactúa ya con nosotros, sus bailes cuando le ponemos música. Es un niño muy simpático, siempre está riendo. Cada día con él es año nuevo, un aprendizaje continuo, así que nunca nos aburrimos”, añadió.
La vida de Sara dio un giro de 180 grados aquel 3 de enero y en estos momentos está viviendo “una vida plena”. “Me encuentro en un momento muy feliz, en el que estoy formando mi propia familia. Es ahora cuando aprendes muchas cosas de la vida y tu personalidad y sufres los cambios más grandes. Dejas de ser solo tú para ser un nosotros”, explicó. Sin embargo, de momento Iker y ella son felices con Martín y no tienen prisa por darle un hermanito o hermanita. “Claro que me gustaría aumentar la familia. Me gustan las familias grandes, pero todavía no”, recalcó.
En este año, Iker y Sara también han aumentado su patrimonio, comprando otra casa, la casa de Lydia Bosch en La Finca, aunque su idea es seguir viviendo en la casa a la que se mudaron el año pasado y que la periodista nos enseñó en un divertido vídeo sobre cómo es su día a día.
Lo que no ha cambiado este año es el éxito de la pareja. Iker, ya totalmente recuperado de una lesión en su mano, ha vuelto a demostrar su buen hacer en el terreno de juego y ha alcanzado nuevos títulos con el Real Madrid. Sara, por su parte, sigue al frente de la información deportiva en Telecinco. “El éxito nace de una familia unida, por supuesto, y creo que siempre viene por un apoyo y una comprensión por parte de las personas con las que compartes tu vida, además, claro está, de tu propio trabajo y esfuerzo”, dijo a ¡HOLA!.
Seguro que esta feliz pareja solo desea un 2015 igual de bueno que este 2014. Pero nosotros, puestos a pedir, nos encantaría que anunciaran su boda, una boda que pondría el broche de oro a una preciosa historia de amor que nació hace cinco años y que nos cautivó a todos desde aquel espontáneo beso que el portero le dio a su chica tras ganar el Mundial de Sudáfrica.
Fue a principios de año, el 3 de enero, cuando el portero del Real Madrid y la periodista deportiva se convertían en padres de un precioso niño, con el que dentro de unos días celebrarán sus navidades más especiales. “Me hace muchísima ilusión volver a ilusionarme con la Navidad, como cuando era un niña, a través de mi hijo”, declaró Sara a la revista ¡HOLA!. “Me divierte todo de mi hijo. La picardía que tiene siendo tan pequeño, lo que interactúa ya con nosotros, sus bailes cuando le ponemos música. Es un niño muy simpático, siempre está riendo. Cada día con él es año nuevo, un aprendizaje continuo, así que nunca nos aburrimos”, añadió.
La vida de Sara dio un giro de 180 grados aquel 3 de enero y en estos momentos está viviendo “una vida plena”. “Me encuentro en un momento muy feliz, en el que estoy formando mi propia familia. Es ahora cuando aprendes muchas cosas de la vida y tu personalidad y sufres los cambios más grandes. Dejas de ser solo tú para ser un nosotros”, explicó. Sin embargo, de momento Iker y ella son felices con Martín y no tienen prisa por darle un hermanito o hermanita. “Claro que me gustaría aumentar la familia. Me gustan las familias grandes, pero todavía no”, recalcó.
En este año, Iker y Sara también han aumentado su patrimonio, comprando otra casa, la casa de Lydia Bosch en La Finca, aunque su idea es seguir viviendo en la casa a la que se mudaron el año pasado y que la periodista nos enseñó en un divertido vídeo sobre cómo es su día a día.
Lo que no ha cambiado este año es el éxito de la pareja. Iker, ya totalmente recuperado de una lesión en su mano, ha vuelto a demostrar su buen hacer en el terreno de juego y ha alcanzado nuevos títulos con el Real Madrid. Sara, por su parte, sigue al frente de la información deportiva en Telecinco. “El éxito nace de una familia unida, por supuesto, y creo que siempre viene por un apoyo y una comprensión por parte de las personas con las que compartes tu vida, además, claro está, de tu propio trabajo y esfuerzo”, dijo a ¡HOLA!.
Seguro que esta feliz pareja solo desea un 2015 igual de bueno que este 2014. Pero nosotros, puestos a pedir, nos encantaría que anunciaran su boda, una boda que pondría el broche de oro a una preciosa historia de amor que nació hace cinco años y que nos cautivó a todos desde aquel espontáneo beso que el portero le dio a su chica tras ganar el Mundial de Sudáfrica.
viernes, 12 de diciembre de 2014
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