viernes, 14 de marzo de 2014

Almost SPRING

Al cantar me suelo olvidar
de todos los malos momentos;
convertir en virtud defectos
Desterrar la vulgaridad
aunque sólo sea un momento
y sentir que no estamos muertos
(Al cantar, Platero y tú)
¡Ya está aquí! (Bueno, o casi casi) Por fin ha vuelto el sol, un poco de sorpresa y con algo de timidez pero por fin, después de meses de lluvia y frío, ha salido el sol.
Me gusta el frío, el invierno y los días grises, pero el primer sol tiene algo de renovador, y esa energía que nos despierta y que parece anunciarnos que dentro de nada llegará el verano. Y nos lanzamos como locos a las terrazas y los parques aunque sea a pasar fresco, porque a pesar de nuestras ganas, sigue haciendo fresco. ¿Pero a quién le importa? ;))))

No se si seré solo yo… ¿a vosotros no os ocurre que en estos días de sol os sentís invadidas por la felicidad? A mí me cambia hasta el apetito, e incluso creo que en primavera caminamos de otro modo más ligeros y erguidos, vaya que pisamos más fuerte,
Los días son más largos, la gente está de mejor humor, sacamos de los armarios la ropa de color, pero además de por todas estas cosas, cada año me doy cuenta de que ya está llegando la primavera por estos motivos:
1- Me quiero quitar las medias y los calcetines. De repente no los aguanto y estoy deseando ponerme el calzado sin ellos. No me lanzo a las sandalias directamente (hay quien sí lo hace, me parece un pelín exagerado) pero es la época por ejemplo de las bailarinas, los slippers y las botas más ligeras y fresquitas, como estas con agujeros de Alpe.
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2- Me apetece ponerme camisetas todo el rato, ahora que por fin podemos lucirlas sin el abrigo encima. Estas han sido mis últimas compras.




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Marcas por orden: Iro, The hip tee y Ragdoll
3- Necesito escuchar música sin parar. Música que me ponga de buen humor. Podéis ver mi lista nueva en Spotify ¨ALMOST SPRING¨. Una canción que nunca me falla cuando de subir el ánimo se trata es ¨Enero en la playa¨, de Facto Delafé y las Flores Azules. Por si no la habéis escuchado, aquí os la dejo.
4- El cuerpo me pide comer mucha fruta, a todas horas. Sobre todo fruta de temporada, como las fresas. Con yogurt, con azúcar, con zumo de naranja, con leche condensada. De cualquier manera me vuelven loca.
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5- Empiezo a ver las primeras flores. ¿ No os parece que uno de los mejores olores que existe es el de los árboles en flor? Eso, y el colorido que aportan las flores a cualquier calle o paisaje.
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6- Y tengo ganas de sol, bueno y de ponerme mis gafas de sol. Mis preferidas son estas de ANINE BING que ya me visteis en el anterior post, aunque suelo cambiar.
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7- Con los rayos de sol llega también el cuidado de la piel para que luego no me salgan muchas arrugas o manchas. Yo suelo usar la protección solar de Sisley para la cara porque los botes son pequeños y me caben el bolso y para el cuerpo me encanta como huele esta de La Roche Posay.
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8- Estos días aprovecho para probar nuevos perfumes y busco algunos más suaves y frescos. Mi último descubrimiento es L’Eau de mandarine ambrée, de Hermés.
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9- Y me animo con tonos de maquillaje más vivos. Siempre sin arriesgar demasiado, me gusta empezar a usar tanto para las uñas como para labios y pómulos los tonos coral y rosa fucsia.
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10. De repente me entran las prisas por ponerme en forma. Ya podían entrarme antes (aunque este año tengo justificación), sabiendo que siempre me pasa lo mismo. El caso es que hasta marzo estoy tranquila, pero es ver el primer rayo de sol y me juro a mi misma que voy a ponerme de lleno con el deporte para llegar al verano estupenda. Me hago una tabla de ejercicios y los primeros días lo cojo con muchas ganas pero luego desaparecen ,-) Esta primavera voy a retomar el pilates, voy a salir a correr diariamente y me llaman la atención los entrenamientos de boxeo. El año pasado di alguna clase y me pareció divertido a la vez que intenso y agotador. Creo que probaré de nuevo.
11. Por último, estos días tengo más ganas de pasear, de andar y respirar aire fresco. Para mí la última hora de la tarde es la mejor. Hace poco descubrí que muy cerca de donde vivo, se encuentra una de las entradas a la Casa de Campo. Algunas tardes me pierdo por allí. Otras, paseo cerca de casa.
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Pulsera de MARAMZ
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Llevo sudadera de Zara (no veía el momento de estrenarla), vaqueros de Current Elliot y zapatillas New Balance comodísimas.
Cada año, cuando empieza una nueva estación comienza también mi cabeza a dar vueltas a uno de los temas que más me agobia, el del paso del tiempo. Parece que fue ayer cuando estábamos en la primavera de 2013, incluso en la de 2012. Los días vuelan y según cuentan, a medida que nos hacemos mayores pasan aún más rápido. Es una de las pocas cosas contra las que no podemos luchar: el paso del tiempo. Me da vértigo. Me gusta leer sobre el tema. Hace poco descubrí a un filósofo y sociólogo experto en el tema de la aceleración del tiempo. El alemán Hartmut Rosa dice que sí existe algo que podemos hacer para ayudar a cambiar nuestra percepción sobre el paso del tiempo y os puedo asegurar que funciona! Él sostiene que “si pasamos un día haciendo cosas interesantes, entonces el tiempo parece ir más rápido pero cuando nos metamos en la cama por la noche parecerá que el día ha sido inacabable y que llevamos dos días haciendo cosas. Por otra parte, cuando pasamos un día aburrido esperando que ocurra algo, entonces el tiempo pasará dolorosamente lento pero por la noche te parecerá que ha sido un día corto, como si te acabaras de levantar, así que nuestro cerebro concluye que no pueden haber pasado tantas horas” . Por lo tanto “nuestra percepción del paso del tiempo no depende del tiempo objetivo, externo sino de los recuerdos almacenados. Cuantos más recuerdos almacenemos, más largos parecerán los días”. “Para un niño el mundo está lleno de sorpresas y todo parece nuevo, por eso los dos meses de vacaciones de verano nos parecían un océano de tiempo”
Esta reflexión me hizo pensar. Hay que llenar los días de momentos únicos, de buenas conversaciones, de canciones, de experiencias y sensaciones por pequeñas que sean, en definitiva, de recuerdos. Saborear los instantes, los pequeños detalles que convierten un día en diferente al siguiente y nunca sentarnos a esperar que algo ocurra. Sólo así podremos evitar que el tiempo pase tan deprisa. Haced la prueba!
Seguimos la próxima semana. Un beso enorme!
“Sólo existen dos días en el año en los que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir”. Dalai Lama.

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