La Malcontenta
A veces llega un momento en que
te haces viejo de repente
sin arrugas en la frente
pero con ganas de morir
paseando por las calles
todo tiene igual color
siento que algo echo en falta
no sé si será el amor.
“La Senda Del Tiempo”
Celtas Cortos
¡Hola!
Como os avancé la semana pasada, estos
días he estado preparando un proyecto muy chulo que verá la luz dentro
de muy poquito. No os puedo desvelar todo, pero sí me apetece compartir
con vosotros algunos detalles de una sesión de fotos muy divertida.
Para hacerla nos fuimos de viaje
express. Apenas unas horas fuera de casa bastaron para hacer algo
precioso, el lugar elegido tuvo mucho que ver.
Nos alojamos en un hotel súper especial, se llama La Malcontenta y se encuentra en Palamós
(Girona). El sitio me pareció perfecto, de esos que invitan a la
relajación y la paz. Esta vez no íbamos precisamente a descansar pero
espero volver pronto a disfrutarlo.
Se trata de una antigua masía
rehabilitada en 2005 y decorada con mucho encanto. Me conquistó el
carácter rústico de las habitaciones, sus velas y su increíble bañera.
Aunque hizo muy buen día el agua de la piscina estaba helada, apenas pude meter un pie y después el otro.El salón estaba todo decorado en blanco con unos sofás enormes y velas encendidas por todos sitios. Ya sabéis que las velas son mi debilidad así que me sentí muy cómoda, como en casa.
Nada más llegar nos pusimos manos a la obra.
Una de las habitaciones la usamos para
desplegar todo lo necesario en este tipo de casos. Ropa y accesorios
elegidos con mucho gusto para que todo saliera perfecto y yo me sintiera
cómoda. La estilista acertó de lleno ya que todo era muy de mi estilo.
La pena es que una vez terminado se lo llevaron
Mirad las fotos y juzgad vosotros mismos.
Los armarios llenos de vestidos, burros con más vestidos y las barras de las cortinas sirvieron también de percheros con aún más vestidos, ¡Cualquiera diría que íbamos a pasar todo el verano allí!
Una vez chequeada toda la ropa y tras un largo viaje en tren, tocaba ponerme buena cara y para eso nadie mejor que Vicky Marcos, que rápidamente se puso manos a la obra.
Vicky siempre lleva dos maletas en estos
viajes, una pequeña y una grande. En la pequeña lleva su ropa y
arrastra otra enorme y mágica llena de maquillajes, cepillos,
horquillas, lacas, pintauñas y un sinfín de productos de los cuales más
de la mitad yo no sé para que sirven. Siempre digo que Vicky podría
maquillarme con los ojos cerrados, conoce mi cara de memoria.
Cuando la veo aparecer respiro tranquila porque sé que hará lo necesario para dejarme perfecta.
No es sólo mi maquilladora, es mucho más
y ella lo sabe. Se ha convertido en una compañera de viaje y de vida,
imprescindible para mí.
Os dejo unas fotos de su maleta mágica.
Aunque las fotos no son muy buenas
porque fuimos con mucha prisa, os dejo alguna de mi proceso de
transformación. Sé que tengo pendiente hacer un post de maquillaje, ya
lo tengo hablado con Vicky y nos apetece preparar algo muy chulo para
que podáis ver paso a paso cómo me maquilla, así que espero enseñároslo
pronto.
Una vez maquillada y vestida llegó la hora de ponerse
delante de la cámara. Aunque las temperaturas han subido esta semana,
por la tarde corría el viento de Tramontana y entre cambio y cambio me
quedaba helada.Como os he dicho antes, no puedo enseñaros las fotos, pronto las podréis ver. Una parte las hicimos en el hotel y las demás en una playa virgen de la Costa Brava que estaba tranquila y preciosa.
Tengo muchísimas ganas de que veáis el resultado final, creo que os va a encantar.
Al otro lado de la cámara estuvo Bernardo Doral, Berni. Ya os he hablado de él en alguna ocasión.
Diga lo que diga me quedaré corta, con
él puedo sentirme yo misma, me conoce a la perfección y sabe sacar lo
mejor de mi, disimular mis defectos y resaltar mis virtudes. También
estuvo Leticia Díaz poniendo su enfoque y sus ganas, pendiente de todos los detalles para que las fotos quedaran redondas.
¡GRACIAS EQUIPO, SIN VOSOTROS NO SERIA ASÍ DE FÁCIL!
Por cierto, nada más pisar el hotel me vino a la cabeza una curiosidad. Así que se la pregunté a una de las mujeres que trabajaban en él.
- ¿De dónde viene el nombre de este sitio, La Malcontenta?
- Se lo pusieron en honor a una
hermosa mujer del Empordà que vivió en el siglo XIX, era guapa y
divertida, buena madre y esposa, increíblemente exigente y
perfeccionista. Ella quería que la belleza y la esencia de su tierra se
respirasen en su casa, todo le parecía poco porque lo comparaba con la
luna. Nunca estaba satisfecha, de ahí que la llamaran “La Malcontenta”.
Este hotel pretende ser el lugar en el que ella siempre soñó vivir pero
que no tuvo tiempo de hacer.
“La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho”
(Jonas Edward Salk)
Seguimos la próxima semana
Un beso enorme
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