La boda entre Sara Carbonero e Iker Casillas desmentida 

Diez minutos avanzó lo que podría haber sido un notición en toda regla, la boda esperadísima entre Sara Carbonero e Iker Casillas, y es que la feliz pareja pasó unos días de descanso en el Algarve (Portugal), pero a su regreso decidieron visitar a los abuelos del futbolista en Navalacruz, y después al párroco de Corral de Almarguer (Toledo), el pueblo natal de la presentadora, y la revista ofreció todos los datos en exclusiva.
Pueblo de la novia, padres y cura, un cóctel molotov que solo podía significar una cosa, la unión consagrada de ambos. Para colmo, ya bautizaron al hijo que tienen en común, Martín, así que esa posibilidad estaba más que descartada.
Sin embargo, Jesús Serrano, que es el párroco del pueblo de Sara, ha hablado para Vanitatis, aseverando que ni tan siquiera conoce en persona a la pareja. Todo hace pensar que presentadora y portero simplemente pasearon por el pueblo y decidieron entrar en la parroquia como parte de la visita. En cuanto a las imágenes en las que aparecen con un hombre con sotana, podría tratarse de un amigo de Sara, que de ningún modo ejerce sus funciones eclesiásticas en Corral de Almaguer.
Desde que Iker y Sara comenzaron su relación y decidieran hacernos partícipes en 2010 de su amor a través de un beso en directo que ha pasado a la historia, los periodistas están esperando que ambos oficialicen su unión para captar las imágenes de la llegada de los contrayentes y de los estilismos de los asistentes al enlace, por no hablar del análisis exhaustivo que toda fiesta de postín requiere. Sin embargo, la boda entre ambos parece ser que no tendrá lugar, al menos de momento.